La historia de la corrida de toros: tradición, evolución y figuras clave en España
- icönik

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Introducción
La tauromaquia es una de las tradiciones más emblemáticas —y también más debatidas— de España. Su presencia histórica, su simbolismo y su evolución a lo largo de los siglos la convierten en un fenómeno cultural único. En este artículo exploramos la historia de la corrida de toros, desde sus raíces hasta su consolidación como espectáculo, repasando las etapas clave y los nombres de toreros que marcaron un antes y un después.
1. La historia de la corrida de toros: orígenes de una tradición ancestral
El origen de las corridas de toros se remonta a rituales taurinos de la antigüedad. Ya en la península ibérica, fenicios, íberos y romanos celebraban espectáculos con toros como símbolo de fuerza y fertilidad.
Etapas tempranas
Edad Media: los nobles realizaban juegos con toros en fiestas y celebraciones. Se trataba principalmente de lidias a caballo.
Siglos XV y XVI: surgen las primeras plazas de toros y la participación de caballeros se convierte en entretenimiento popular.
El paso decisivo llega con la aparición del toreo a pie, que dio forma a la tauromaquia moderna.
2. Siglo XVIII: nacimiento de la corrida de toros moderna
Es en esta etapa cuando la corrida se estructura tal y como la conocemos.
Figuras históricas fundamentales
Francisco Romero (1700–1763): considerado el padre del toreo moderno. Introdujo la muleta y la espada tal como se utilizan hoy.
Pedro Romero (1754–1839): uno de los toreros más célebres de la historia, con miles de corridas sin sufrir una cogida mortal.
Costillares y Pepe-Hillo: impulsores de la técnica y del estilo sevillano.
Se establecen conceptos esenciales como:
tercios de la lidia,
vestido de luces,
reglas y normas de comportamiento en la plaza,
profesionalización del torero.
3. Siglo XIX y principios del XX: la edad de oro del toreo
Durante esta época, la tauromaquia se consolida como espectáculo masivo y profundamente arraigado en la cultura española.
Toreros icónicos
Lagartijo (Rafael Molina): símbolo de elegancia y técnica refinada.
Frascuelo (Salvador Sánchez): estilo poderoso y rival directo de Lagartijo.
Juan Belmonte: revolucionó el toreo con su estilo quieto y valiente, adelantando muleta y cuerpo.
Joselito “El Gallo”: considerado por muchos el torero más completo. Su rivalidad con Belmonte marcó una era.
La prensa, la literatura y la pintura incorporan escenas taurinas, reforzando su importancia artística.
4. La segunda mitad del siglo XX: modernización y expansión internacional
Tras la Guerra Civil, las corridas siguen siendo un gran espectáculo popular. Surge una nueva generación de figuras que renuevan la tauromaquia.
Grandes toreros del siglo XX
Manolete: trágico y mítico, símbolo del toreo sobrio y solemne.
Luis Miguel Dominguín: carismático y mediático, con proyección internacional.
Antonio Ordóñez: heredero de la tradición rondeña, figura esencial de la tauromaquia profesional.
Paco Camino: torero completo y elegante.
El Cordobés (Manuel Benítez): rompedor, popular y accesible al gran público.
En esta época, las corridas se extienden también a América Latina y Francia.
5. La tauromaquia contemporánea: tradición y controversia
Desde finales del siglo XX hasta hoy, la tauromaquia atraviesa transformaciones sociales y culturales. Aunque continúa siendo un espectáculo con seguidores fieles, también genera debate y posiciones contrapuestas.
Toreros destacados del siglo XXI
José Tomás: figura mítica, admirado por su entrega y pureza al torear.
El Juli (Julián López): técnica impecable desde muy joven.
Morante de la Puebla: considerado un artista del toreo.
Cayetano y Francisco Rivera Ordóñez: representantes de dinastías históricas.
Roca Rey (Andrés): aunque peruano, es uno de los toreros más influyentes en España.
La sociedad actual divide opiniones entre tradición cultural, defensa del patrimonio, libertad artística y el creciente movimiento antitaurino.
6. La corrida de toros como fenómeno cultural
Más allá de la lidia, la tauromaquia ha influido en:
la literatura (Lorca, Hemingway, Pérez de Ayala),
la pintura (Goya, Picasso),
la música,
las fiestas populares,
la moda,
el lenguaje cotidiano.
Ha sido también un elemento central en la identidad regional de comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra y Extremadura.
Conclusión
La historia de la corrida de toros es compleja, rica y profundamente arraigada en la cultura española. Desde sus orígenes ancestrales hasta su forma moderna, pasando por toreros legendarios y momentos decisivos, la tauromaquia ha dejado una huella imborrable en la sociedad, el arte y la tradición del país.
A día de hoy, continúa siendo un símbolo para algunos, un debate para otros y una manifestación cultural de enorme relevancia histórica para España.


















































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